miércoles, 18 de febrero de 2015

La psicología en el retrato

Fotógrafo y sujeto deben estar en buena armonía para conseguir un buen retrato. Para que la transación sea exitosa, ambos han de ganar con la misma.

Aunque si el fotógrafo y el modelo son profesionales, hay dinero de por medio, éste debe ser lo menos importante en la relación. Como fotógrafo, procuro no perder de vista la parte emocional de mi trabajo.

El que acude a un fotógrafo está en situación de vulnerabilidad. Los fotógrafos podemos hacer que parezcan guapos o feos.

El sujeto no siempre nos transmite sus pensamientos más íntimos, igual que yo tampoco le cuento todo lo que pretendo hacer en la sesión.

Otra cuestión es saber hasta que punto vamos a reflejar la verdad o vamos a hacer que el sujeto parezca más atractivo de lo que es en realidad. Esta tensión hace que los retratos puedan volverse más interesantes.

Mi posición durante las sesiones es la del director: ruego, indico, ordeno, atiendo... Si el sujeto es tímido le tengo que mover a la acción, pero si es demasiado extrovertido, tengo que contenerle y centrarle.


No hay comentarios:

Publicar un comentario